La primera revolución en la comunicación a distancia
El telégrafo, del mismo modo que el resto de canales mencionados hasta el momento, fue un canal de comunicación no digital. Llevó a cabo un papel indispensable a la hora de la transmisión de información. El uso del telégrafo se extendió en diversas áreas las cuales incluyeron la política, el comercio y la comunicación personal.
Era un sistema que estaba basado en señales eléctricas que permitían que un mensaje se transmitiera a larga distancia. Lo que lo diferencia de los canales digitales que conocemos hoy en día, es que el telégrafo, para enviar mensajes, usaba un código y líneas de cable.
Telégrafo de principios del siglo XX.
Se usaba por gobiernos, empresas y particulares. Los gobiernos lo utilizaban para comunicación oficial y para coordinar actividades. Las empresas para coordinar envíos y para la gestión de operaciones comerciales. Los particulares recurrían al telégrafo para mandar mensajes urgentes a familiares y amigos.
Estos mensajes se mandaban desde una estación telegráfica a otra, donde se recibían y posteriormente eran transmitidos a su destino final. Se requerían habilidades específicas a los operadores debido a que eran los responsables tanto de codificar como de descodificar los mensajes.
Durante este periodo la situación económica en España se destacó por el crecimiento de las ciudades y por la industrialización. Porque fueron los factores que provocaron el aumento de la demanda de comunicaciones de manera rápida.
En un país en el que se estaban experimentando cambios sociales y políticos significativos como la Guerra Civil Española, el telégrafo facilito mucho la comunicación del país.
En respecto a la situación tecnológica, representó un avance de gran importancia en comparación con otros métodos de comunicación anteriores. El telégrafo permitió una comunicación casi instantánea en un momento en el que la gran mayoría eran lentas o requerían de un periodo de tiempo más extenso para que el mensaje mandado por el emisión fuera transmitido y llegara correctamente al receptor.
El telégrafo, se basaba en la transmisión analógica de señales, eso lo hacía mediante redes de líneas telegráficas. Las señales estaban codificadas en sistemas como el código Morse, en las oficinas se traducían esos códigos a textos y se entregaban físicamente al destinatario del mensaje. En 1960 y 1970 aparecieron tecnologías como el telex. El telex fue un método importante para enviar mensajes escritos de forma electrónica entre empresas. El cual permitió la transmisión directa de texto a través de máquinas telegráficas avanzadas.
El código Morse era el sistema utilizado para codificar los mensajes telegráficos.
En momentos en que la rapidez era esencial, el telégrafo era el medio al que se recurría. Fue utilizado en múltiples sectores, el sector oficial, empresarial, particular, militar e internacional. En el sector oficial fue usado por las administraciones públicas, estas hacían uso del telégrafo para la transmisión de instrucciones, de decretos y comunicaciones urgentes entre los diferentes organismos del Estado. En el entorno empresarial, las empresas enviaban órdenes, llevaban a cabo transacciones comerciales y mantenían contacto con clientes, oficinas o usuarios que se encontraban en distintas localidades. En el ámbito de comunicación militar, fue esencial sobretodo cuando era una emergencia que debía ser comunicada lo antes posible. Lo mismo pasaba con las personas particulares, que aunque mucho menos que en épocas anteriores, los ciudadanos recurrían al telégrafo en el caso de que ocurrieran sucesos importantes como por ejemplo un aviso de defunción.
El telégrafo, hacía mucho más fácil que se mantuviera una comunicación entre España y otros países.
Los sectores como el comercio dependían de este medio de comunicación para poder coordinar sus actividades, de todos modos, los principales usuarios eran el Gobierno y las administraciones públicas. Los medios de comunicación como los periódicos o las agencias de noticias también recurrían al telégrafo para mantenerse actualizados de lo que sucedía lo que englobaba información nacional e internacional.
Lo usaban a través de oficinas telegráficas donde se redactaban y se enviaban los mensajes que pasaban por operadores especializados. Pero este recurso no fue así en todos los lugares, en áreas urbanas las entregas eran a domicilio y el mensaje era recibido por el destinatario por mensajeros. En los años 60 y 70, las maquinas telex hicieron que el proceso de envío fuera más automatizado, de esta forma, las empresas podían enviar el mensaje directamente desde la oficina. La conexión internacional fue posible gracias a redes globales las cuales eran gestionadas por la ITT que fue lo que permitió que hubiera contacto con otros países.
Máquina de télex, que automatizó la transmisión de mensajes telegráficos en los años 60 y 70.
En comparación con otros más modernos, el telégrafo fue un medio que estaba en declive, pero al integrar tecnologías como el telex alargo su importancia sobre todo en oficinas y empresas. En áreas urbanas disponían de menos acceso al teléfono y por ello el telégrafo siguió siendo de gran utilidad. A pesar de que el telégrafo siguiera posicionado como el medio más confiable del momento y la formalidad de este, lo hacía medio preferente para las comunicaciones oficiales, la población urbana empezó a depender del teléfono y de medios modernos en zonas más desarrolladas.
El uso del telégrafo disminuyo con la aparición de nuevas tecnologías, en concreto se sustituyo con la llegada del teléfono. Aun así, cuando era de gran importancia la rapidez en la que se hacía llegar un mensaje, se seguía utilizando principalmente por las empresas y por el gobierno cuando se trataba de algo urgente.
Posteriormente, el correo electrónico junto con el fax, fueron lo que hizo que definitivamente la popularidad cayera en picado y su uso se redujera a niveles estratosféricos.
Aunque el telégrafo como medio de comunicación ha desaparecido casi por completo en la actualidad, su legado permanece en múltiples aspectos de nuestras comunicaciones modernas. El sistema telegráfico fue el primer paso hacia la comunicación instantánea a larga distancia, sentando las bases para posteriores avances como el teléfono, el fax, el correo electrónico y los mensajes instantáneos.
La estructura de mensajes breves y concisos que caracterizaba al telégrafo (debido a su coste por palabra) tiene cierto paralelismo con formatos de comunicación actuales como los SMS, los tweets o los mensajes instantáneos, donde la brevedad y la síntesis son valores apreciados.
Algunos términos y expresiones que utilizamos hoy en día tienen su origen en la época del telégrafo, como "corto y cambio", un recordatorio de cuando las comunicaciones eran limitadas y estructuradas en turnos estrictamente definidos.